Rutas Veredes hará las veces de cajón de sastre para esas fotos que hacemos por la patria chica, al trote cochinero, en busca del lugar idóneo en el que comer unas lonchas de jamón y cecina. Incluirá, además, la poca información de uso práctico que hayamos recopilado previa huída al andurrial de turno y algún que otro roznido, jamás gracioso, nunca culto, de ningún modo intructivo; siempre al más puro estilo borrico.
En las cuestas arriba quiero mi burro, que las cuestas abajo, bien me las subo.
Cosas tenedes, el Cid / que farán fablar las piedras...
Quebrados recuerdos de un ayer...
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